viernes, 22 de junio de 2018

El sextuplete

Abu Dhabi, 19 de diciembre de 2009. El Barcelona se veía las caras en la final del Mundial de Clubes de la FIFA con el rocoso Estudiantes de la Plata, entrenado por Sabella y liderado por Verón. Los azulgranas, vestidos aquella tarde de rosa, tenían una ocasión única para hacer historia: ser el único equipo capaz de ganar seis títulos de seis posibles en un año.
Guardiola y su máquina perfecta ya habían ganado Liga, Copa, Champions, Supercopa de Europa y Supercopa de España, pero faltaba el broche de oro contra el vigente campeón de la Libertadores. La gesta fue posible después de una prórroga. El sufrimiento del Barça, resuelto con un gol de Messi con el pecho, desembocó en la imagen de Pep llorando sobre el césped.
Las lágrimas del hoy entrenador del Manchester City pusieron punto y final al mejor año del Barcelona y de cualquier equipo en la historia del fútbol.






El cuadro argentino, muy defensivo, se adelantó en la primera parte con un gol de Boselli. A partir de ahí, el Barça las pasó canutas para encontrar espacios y generar peligro. La entrada del eléctrico Jeffren y el cansancio del rival animaron a los azulgranas en la segunda parte. Con todo, hubo que esperar hasta el último minuto para el milagro. Piqué, delantero improvisado, descolgó un balón para que Pedro lo cabeceara. Delirio en el banquillo.

Estudiantes no resistió en la prórroga y acabó claudicando en el minuto 110, cuando Messi, que ganaría el Balón de Oro, introdujo la pelota en la red con el pecho tras un centro desde la banda derecha.









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